Desde que empezó la Copa América, muchos socios del Barça deseamos que Argentina se coronara campeona. Sabíamos que nuestro mejor representante y emblema en el mundo lo anhelaba y necesitaba. Habían sido muchos “casi…” con la selección y aunque teníamos claro que seguiría siendo el mejor independientemente del resultado, conseguirlo era una deuda del fútbol con Messi.
¿Quién no desea que tu mejor representante, tu mejor comercial en el mundo no gane un título que de algún modo va a repercutir en positivo en la imagen del club?. Hoy, Barça y Messi se asocian de forma natural, no se necesitan grandes campañas publicitarias, ni inversión para capitalizar su imagen: es un acto natural de mimetismo de Barça y Messi.
Ningún rival directo, ni en Europa, ni el mundo puede relatar una historia igual, en la que un jugador pertenece al mismo Club durante toda su carrera, siendo un referente global y además, referente en principios y valores.
Igual que la institución, el Club siempre debe estar por encima, negar o no reconocer la ascendencia e importancia de Messi en el valor de marca, sólo puede ser el resultado de una arrogancia mal intencionada interna o de una envidia visceral externa. Lo único cierto es que no hay recuperación económica a corto plazo sin Messi.
Más que un club, más que un jugador
Estos últimos años, el Barça ha dejado de competir en Europa cómo esperábamos. Una política de fichajes caótica sin plan deportivo y ahogando el corto plazo en el plano financiero, nos dejó sin aire y ahora debemos reestructurar el Club tanto en el plano económico como deportivo.
Entonces, la dependencia se centra en tu hombre referencia, en tu hombre franquicia. Él ha seguido generando ingresos, siendo escaparate en un mundo global, donde es esencial la presencia para la venta continuada de la marca Barça. Por tanto, quien abre el debate de Barça o Messi nos hace trampa, ya que el mejor escenario posible es el combo Barça y Messi.
Comienza el último last dance con nosotros, en el Barça, compitiendo como nunca, a por la Champions, preparando el último mundial. Generando la admiración del mundo, que es generación directa de valor para el Club, esencial para la transición hacia nuevas estrellas y referencias. Una generación capitaneada por Pedri, Ansu, Collado… que mientras esperan su turno, siguen aprendiendo cada día de nuestro eterno capitán.