Si hay algún momento en que merece la pena recordar alguna de las genialidades de Buffett es ahora.
Warren Buffett, conocido como el oráculo de Omaha, ha conseguido crear una de las mayores fortunas del mundo. Considerado un visionario, sus acertadas previsiones económicas son ampliamente seguidas por gran parte de la comunidad de inversores.
Warren Buffett rompe con lo establecido y lejos de llevar una vida llena de lujos, prefiere una vida sencilla, afrontando las nuevas posibilidades siempre con paciencia. Se le considera una persona que ha sabido ganarse la vida por si mismo a base de trabajo duro y honestidad.
Más que nunca recordamos hoy la frase del genio Buffett:
Hay que ser temeroso cuando el resto es avaricioso (…) y decidido cuando los otros se dejan llevar por el pánico.
Lo cierto es que estamos en niveles verdaderamente bajos, sobretodo en Europa y siendo más concretos, en España. El IBEX ha cedido los 8.000 puntos, y termina con 7.927, con un castañazo de un 2,39% abajo.
La cotización en el mercado de Renta Fija sigue la misma senda, y encontramos precios que apenas hace un año nos hubieran parecido oportunidades para comprar a ciegas.
Toca disparar y escoger activos que nos permitan situarnos y acceder a precios realmente interesantes.
Recordar en 2012, cuando España estaba al borde del abismo y la deuda cotizaba por encima de los 700 puntos, quien compró se forró. Quien apostó por la continuidad del Euro, Europa y una España sin quiebra, al final, ganó.
Nunca he creído en ir contra el Mercado, nunca he pensado que fuera moral apostar por una quiebra, una caída o una estrategia basada en el fracaso.
Y aunque seguramente he perdido oportunidades de rentabilizar la Cartera, tengo la certeza que a medio plazo apostar por el crecimiento, consumo y evolución de las Compañías da mejores resultados y sobretodo, me permite dormir con la conciencia tranquila.
Como dice nuestro personaje de hoy, y resumiendo el momento en el que nos encontramos os dejo con esta joya:
Las oportunidades aparecen pocas veces. Cuando llueva oro sal a la calle con un cesto grande y no con un dedal.