Recuerdo perfectamente la inscripción en la pared de la consulta de mi pediatra, el Doctor Brotons. Nunca entendí demasiado el sentido de la frase, pero siempre me quedaba absorto leyendo y releyendo la frase. Pero tarde o temprano, siempre llega el día en que todo empieza a encajar.
En parte llegó el día que empecé a entrenar, poder mostrar a jóvenes la pasión por el deporte, de poder estar rodeado de ilusiones y nuevos retos, te ayuda a crecer, es siempre mutuo el privilegio de formar.
Se evidenció el día que nació Pablo, mi primer hijo. Y con él las ganas de volver a jugar, de volver a saltar, de volver a imaginar, en definitiva de volver a creer…
Nico nació hace poco más de dos años y esa parte Peter Pan «responsable» sigue in crecendo, de crecer con ellos, de intentarles ayudar en todo lo que pueda. Pero sobre todo, en perderme lo menos posible sus descubrimientos, sus emociones, sus dudas y sus sueños…
Entendí tanto la frase, que hoy todo encaja. Todo tiene sentido recordando, ahora en ellos, mi niñez. La plenitud y la suerte de mi niñez que tengo que agradecer a una mujer fuerte, justa, tenaz y todo amor, que una mierda de cancer me arrebató de forma injusta y agónica hace nueve años, nunca será mucho tiempo, nunca será suficiente tiempo…
Y un padre que sobrevivió a la muerte de la chica de sus sueños que sigue sonriendo cada vez que su nieto le lanza un beso o le amaga un abrazo. Ellos no lo saben, pero les debemos más nosotros que lo que podamos hacer por ellos, creedme, es así.
Estos días he tenido el placer y el lujo de poder compartir con mi amigo Enric Masip su decimonoveno campus de balonmano. Setenta jóvenes, chicos y chicas con ganas de hacer deporte, naturaleza, sonrisas, bailes y todo inocencia. Y sabéis, sigo viendo en la mirada de mi amigo esas ganas por transmitir emoción a quien le rodea, la misma que siente al verse correspondido por la fuerza de la juventud. Por eso, Enric siempre será joven, por eso, siempre dirá lo que piensa sin miedo, por eso su guía será siempre la emoción y el amor, sin filtros.
Hace tiempo que entendí que las personas como Enric le dan sentido a la frase en la pared del doctor Brotons. Las que hacen las cosas por los demás, por altruismo y egoísmo en un mismo plano, ya que disfrutan tanto al dar como al recibir…
Hay tantas personas que pasan parte de sus veranos dando su saber por el placer de dar parte de la patria más importante de nuestras vidas, nuestra niñez. Éste escrito es para todas ellas, mi más sincero agradecimiento por creer en nuestros jóvenes, porque al final, es creer en nosotros mismos.
Es un exjugador español de balonmano, considerado por muchos críticos especializados, el mejor jugador español de balonmano de todos los tiempos. Ocupaba la demarcación de central y desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva en el FC Barcelona.