Nos preparamos ante el extrema pobreza de tener la certeza que en nuestro país hay un tejido de empresas privadas que han sobrevivido en los años de vacas gordas grcias a las dotaciones públicas. Por cierto, una de las causas ( entre muchas otras ) por las que no hay dinero actualmente para el mantenimiento de Bienes Sociales que hasta la fecha creíamos intocables.
Pues en los «buenos años» el gobierno, aquí entran las CCAA y Estado, dedicaron mil y una dotaciones a empresas privadas para su «viabilidad», hasta aquí, podemos o no estar deacuerdo en que Estado intervenga en el tejido empresarial privado, aunque como defición representa como mínimo una perversión de intereses encontrados, pero todo sea por el bien común,no?
Pues bien, como dotar para reservas no estaba de moda, se dedicaron nuestros gobernantes a utilizar los recursos públicos para ir «salvando» a empresas privadas, la excusa era salvaguardar los puestos de trabajo, y la posibilidad de nutrir de empresas españolas el tejido productivo.
Pero alguien pensó que pasaría cuando no hubiera más dinero? Pero más importante, se realizaron las auditorías y Due Diligence correctas para las ayudas? O simplemente eran decisiones discrecionales de políticos con ganas de ser empresarios con el dinero públicos. Lo han adivinado, es lo último.
Spanair representa el ejemplo de la mala gestión empresarial por un lado, pero sobretodo, es un error grave, muy grave en las dotaciones, superiores a 150 millones de €uros por parte de la Generalitat de Catalunya. En mi opinión es la clara escenificación de la negligente e ineficiente gestión de los recursos públicos. Comparable, y tanto que comparable, con Palma Arena o el aeropuerto de Castellón. Si no peor, si comparable.
La empresa en concurso de acreedores, o los administradores o los propietarios privados devolverán el dispendio público? Evidentemente, no.
Sin prisa pero sin pausa, debemos empezar a levantar la mierda de gestores que juegan a ser empresarios, sin tener ni idea de lo que es un balance de pérdidas y ganancias.
Mi frase;
«Visteme despacio que tengo prisa»