Recordaremos el último encuentro del G-20 más por la prensa rosa o amarilla, que por las decisiones y acuerdos adoptados. Ha sido esta una cumbre que ha estado sometida a los movimientos de la administración estadounidense e informativamente hablando, a la controvertida presencia de Ivanka Trump.
Cuando la noticia con más eco surgida del G20 es la “menos mala” de todas, no parece que el camino tomado sea el más correcto. Que no estalle la tensión entre China y EEUU por los aranceles o con terceros, lo que hace es mostrarnos la debilidad de las relaciones comerciales de un mundo global que está condenado a entenderse.
Aunque las excelentes noticias del acuerdo previo entre UE con Mercosur parecen una realidad, el Mercado sólo tiene en cuenta los movimientos de Trump y las reacciones de China ante sus constantes desafíos, así como las decisiones que debe tomar la Reserva Federal (FED) y los datos de empleo en Estados Unidos.
Lo cierto es que los Mercados esperan mucho apoyo de la FED, una o más bajadas de tipos en Estados Unidos que ayuden a la reactivación de la economía, evitando así un mayor debilitamiento de la macro, es decir y hablando claro: que las empresas sigan ganando dinero ahorrando costes financieros.
Y aunque en un escenario en que las “menos malas” noticias dan alas a los mercados de Renta Variable, lo cierto es el debilitamiento sostenido (pero no sostenible) de los datos macro muestra un estancamiento de la economía global.
Los PMIs manufactureros en Europa siguen deteriorándose, con datos que en muchos caso son los peores de los 6 últimos años.
Tomar partido
Mientras el momento lo marca el ejecutivo de Trump, el resto paga las consecuencias de una Europa debilitada y una China que se puede permitir seguir negociando con cierta paciencia.
Y en este escenario, en el que parece importar más el aparentar y el defenderse cada uno a sí mismo, la verdad es que queda poco salvavidas al cual agarrarse para mantener el optimismo.
Dijo el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk antes de la cumbre del G-20, que “el mundo no puede convertirse en un escenario en el que el egoísmo prevalezca sobre la solidaridad”… Me temo que llegamos tarde Sr.Tusk. Porque de sostenibilidad, ningún acuerdo sustancial, aun siendo como es una materia absolutamente urgente. Porque de tener una política común no arancelaria, ningún acuerdo relevante, únicamente unilaterales.
No nos tenemos que conformar. Ni debemos quedarnos en el amarillismo de los intentos de la hija de Trump de inmiscuirse (sin mucho éxito aparente) en conversaciones de líderes políticos de primer nivel ni tampoco enzarzarnos en debatir si las parejas de los y las mandatarios daban de comer a los peces o no.
Debemos exigir a nuestros líderes estar a la altura, resolver conjuntamente medidas que nos afectan a todos y bajar al mundo terrenal, ese que pisamos a diario.