Dos palabras que sin ser ni mucho menos sinónimas, se enlazan continuamente e incluso fluctúan en la confusión de hablar de una cuando impulsivamente buscamos la otra.
La codicia es la manera errónea de invertir, la que ha llevado a nuestros gobiernos a inflar con esteroides la deuda soberana para seguir gestionando mal, teniendo menos.
La codicia es lo que nos retrasa la venta de la acción por creer que podemos conseguir algún pipo más y entonces aparece alguna pared como la del pasado 29 de julio.
La codicia tiene su mayor representación en la propia condición humana, cuando ganar ya no es suficiente.
Rentabilidad es la otra cara de la moneda, la que observa con respeto a los mercados, la que no se flagela por una venta temprana, la que no se tuerce ni desespera por una inversión momentánea negativa. La que conoce sus propios limites, y antes de entrar ya sabe en que momento tendrá suficiente, en que momento ejecutará la venta.
A colación de lo descrito y siguiendo con el anterior artÃculo, nos acercamos a los 8.800 puntos del IBEX que anuncié la semana pasada. Inversiones que representen un beneficio del 3-3,5% nominal como es propio del momento. Luego una espera tranquila, volver a 8.100 y volver a entrar, para un final de año de rebote sin fiestas de alterne, un rebote de 800 puntos para obtener de nuevo una rentabilidad acorde con el momento actual, y más que satisfechos.
No olvidemos la Renta fija, precios más caros, pero aun oportunidades con Tir que superan el 5% anual en empresas de primer orden. Y sin querer asumir riesgos, estructuras con Capital Garantizado, con sólo tres o cuatro referencias y un mÃnimo de expectativa del 5% de rentabilidad anual.
En Fondos, High Yield/Corporativos y alguno indexado en Oro que parece tiene recorrido. Libia se regulariza, pero se añade más volatilidad al precio del Barril de Brent, quizás momento de recuperación para los fondos con esta materia de subyacente, menor precio, mayor demanda.
Magnifico libro de Gerard Malet.